ACTIVISMO CUÁNTICO
La Consciencia y no la materia es la raíz de todo ser vivo. YOH aloja el activismo cuántico, un movimiento global que resulta de cien años de intensa investigación científica de la física cuántica que consiste en aplicar a la vida cotidiana el paradigma de la Consciencia y sus principios cuánticos para una transformación evolutiva de nuestro Ser y de nuestras sociedades.
Científicos por el mundo presentan este nuevo paradigma dejando obsoleta la física newtoniana al revelar la Consciencia (o Dios) y su poder creativo. Cuando expandimos el interior y logramos estar plenamente alertos, experimentamos ser Uno, y el Uno con el Todo. Dios (Consciencia) no es una deidad localizada separada o ajena a nosotros, sino dentro de todo lo que existe.
En correlación, la física cuántica introduce el efecto "observador", y el activismo cuántico nos lleva a comprender que la observación transforma las posibilidades en potencial para materializarse en experiencias. En ese sentido, la ciencia sufre un giro radical al movernos de la idea de realidad limitada a la materia, a una realidad basada en el paradigma de la Consciencia y su poder creativo.
YOH reúne a las personas con este activismo cuántico para que se conecten no con la consciencia del ego, sino con una consciencia más elevada, la Consciencia universal. El activismo cuántico nos motiva a la aplicación de sus principios cuánticos para emerger en plenitud. Los principios son: (i) la comunicación no-local—la habilidad de entablar comunicación sin la transmisión de una señal, (ii) la discontinuidad—la habilidad de dar saltos cuánticos sin escalas intermedias (proceso de creencias), y (iii) la jerarquía entrelazada—la habilidad de interrelación circular.
El activista ordinario busca cambiar el mundo sin cambiarse a si mismo. El activista espiritual se transforma bajo la creencia que así sucede el cambio en el mundo. El activista cuántico emprende viaje de autoexploración para transformarse a sí y a la sociedad simultáneamente.
YOH se inclina por la enseñanza de que nuestra esencia no está compuesta por nuestra historia, si no por lo que aprendemos de esa historia. Y el activismo cuántico es la física de posibilidades para abrazar y cambiar la historia. Pensar y vivir cuántico nos devuelve nuestro poder y la libertad para elegir entre estas posibilidades. YOH alienta a la Responsabilidad y Amor de la elección de las posibilidades para que, conscientes, retiremos hábitos dañinos.
Para el activismo cuántico el pensamiento ordinario conlleva a ideas conectadas, es continuo y causal por seguir un pensamiento detrás de otro. El pensamiento y la idea creativa no persigue una causa ni a otro pensamiento. Surge espontáneos y de un plano de la Consciencia. Damos un salto cuántico cuando permitimos un pensamiento cuántico. Por lo general, elegimos de lo que ya conocemos—lo ordinario y condicionado por experiencias previas. Al elegir algo desconocido, actuamos desde la Consciencia cuántica, sin escalas, es decir, sin pasar por el pensamiento ordinario (comunicación no local).
La práctica del activismo cuántico envuelve un pensamiento correcto, trabajo correcto y vivir correcto. Pensamiento correcto proviene de la creatividad ya descrita. El trabajo correcto se relaciona con el trabajo a cuál nos dedicamos para vivir, honrando nuestra integridad, talento y habilidad, siempre para una sociedad saludable. Cuestionémonos entonces ¿es este el trabajo un medio para mi creatividad? ¿me da satisfacción esta forma de ganarme la vida y vivir feliz? Y la pregunta vital ¿cumplirá mi trabajo con el propósito de la evolución?. Vivir correcto significa simplemente desempeñar lo que con el lenguaje se sostiene, y llevar nuestros valores al mundo y ser la inspiración para otros.
El fin primordial y excitante del activismo cuántico es la evolución de la Consciencia. Tomar decisiones creativas para actualizar la posibilidad elegida, nos dará un sentido prometedor a nuestras vidas. Lograremos influenciar el mundo alrededor, positivamente. Lograremos un balance energético y poderoso asociado con el desarrollo de la mente intuitiva—el único lugar de donde se vivencian los valores de la Belleza, Justicia, Bien, Libertad y Amor.
Estos valores se actualizan de nuestra inherente interconectividad no local. Aquello en lo que dicho valor nos influencia, cuan mínimo sea, alcanza también a los demás. Exploremos posibilidades cuánticas para dar un salto cuántico al incluir el poder creativo a nuestras vidas. Tomemos pasos para manifestar estos valores tanto en la vida propia como en nuestras relaciones para así transformar la calidad y sentido de nuestras vidas.
Siendo parte de este activismo cuántico desarrollaremos estar alertas a los detalles de las cosas pequeñas y a los pensamientos ordinarios repetitivos para cambiarlos por cuánticos; seremos unos curiosos al observar adentro del interior con ojos nuevos para ser honestos en nuestras motivaciones. Estos cambios para YOH valen la pena, puesto que se reflejarán en un mundo más deseable para todos.